Este jueves hemos asistido en el Aula 1 del Centro Joaquín Roncal- Fundación CAI a una jornada patrocinada por nuestro colaborador Vegenat Healthcare que ha puesto a nuestra disposición tres profesionales que nos han hecho disfrutar de la formación, cada uno desde su especialidad, pero con algo común y muy importante, son grandes comunicadores además de conocedores de sus respectivas materias.
La Dra. Paquita González Rubio, médico de Atención Primaria en el Centro de Salud Delicias Sur nos ha mostrado, en una valoración integral del residente, la importancia de la prevención, y que las enfermedades crónicas se pueden prevenir a través de una educación contra los malos hábitos. Así como ha dejado muy claro que la nutrición es la principal arma para la prevención. Son muy necesarios los cribados nutricionales para poder intervenir. El estado anímico del usuario o la prevención de un riesgo cardiovascular están muy relacionados con la alimentación. De manera que el 50% de las enfermedades crónicas se pueden prevenir con una buena nutrición.
A continuación, Mapi Laborda Ruiz, Logopeda en el Hospital Clínico Lozano Blesa nos ha asesorado sobre disfagia, higiene oral y afasia. Nos ha mostrado la importancia de su especialidad porque más del 60% de los pacientes ancianos tienen disfagia Orofaríngea y debemos evitar que los alimentos se vayan al pulmón. Nos ha sorprendido la importancia de una buena higiene oral. Un buen cepillado y enjuague reduce la neumonía en un 40%. El logopeda, a través de técnicas de recuperación, puede mejorar la comunicación de los usuarios con afasia. Nos ha transmitido su saber haciéndonos ver las dificultades a las que debe enfrentarse el paciente mayor que sufre de estas patologías y debiera ser tratado de un modo empático.
Tras el café, que hemos aprovechado como siempre para tener un ratito de conversación, ha llegado la estrella de la mañana, un galgo precioso llamado TANGO. La Asociación AIDIA nos ha mostrado la importancia de la IAP (Intervención Asistida con Perros). Estas técnicas han ido evolucionando formando ya parte importante de las terapias no farmacológicas. De manera que en la actualidad ya hay estudios que nos indican que el contacto con perros nos genera unas reacciones bioquímicas que nos permiten conseguir en nuestros usuarios unos objetivos a nivel socio-emocional. Quizás no sean significativos a nivel cognitivo, pero se puede lograr que los síntomas relacionados con la demencia, que tan habitualmente vemos en nuestros centros, como la agresividad, la depresión, etc., sean mitigados y mejorar la calidad de vida de nuestros usuarios, las personas mayores, que en definitiva es lo que buscamos, hacerlos más felices.