Esta mañana hemos asistido a esta jornada formativa en el Centro Joaquín Roncal a los que debemos agradecer siempre su disponibilidad y amabilidad para ayudarnos en cada detalle.
Hoy nos acompañaba una amiga de cuatro patas llamada Laika, una perrita de intervención y dos ponentes excepcionales, Eva Creus, cofundadora y presidenta de la Asociación Española de Horticultura y Jardineria Social y Terapeútica y Directora de Plantas para la vida, y Maylos Rodrigo, doctora en medicina y especialista en terapias asistidas con perros, presidenta de la asociación Ilerkan de Lleida.
Hemos hecho un repaso de los estudios e investigaciones de las intervenciones basadas en la naturaleza (Green Care). Todas ellas llegan a la conclusión de los beneficios a nivel físico, cognitivo, emocional y de comunicación que supone para las personas mayores el contacto con animales y plantas.
A lo largo de la mañana Maylos nos ha explicado la diferencia existente entre distintos tipos de Intervenciones Asistidas con Animales (IAA) y las características que debe tener un perro de intervención. Con su compañera Laika nos ha mostrado con ejercicios prácticos, como la interacción humano-animal nos puede ayudar en la Atención Centrada en la Persona que pretendemos en nuestros centros y seguro que aumenta la oxitocina de trabajadores y usuarios y disminuye el cortisol en sangre, al igual que se ha conseguido que todos disfrutáramos de un momento excepcional con las habilidades que nos ha mostrado esa bella Golden color canela.
Tras un ratito para el café que hemos aprovechado para conversar, Eva nos ha mostrado la importancia de la conexión de las personas con las plantas para su desarrollo psicológico y emocional. Las plantas están en la historia de vida y son parte del recuerdo de nuestros mayores. Cuentan además con una versatilidad que como herramienta se puede trabajar a lo largo de todo el año con el paso de las estaciones. Nos recuerdan nuestra conexión innata con la naturaleza y logran unos beneficios indiscutibles a todos los niveles.
Eva nos ha mostrado muchos ejemplos prácticos que aplicar en los centros, sin importar si se dispone o no de jardín, contando también con plantas de interior que nos pueden ayudar a crear espacios más hogareños con plantas agrupadas, con recipientes reciclados, con actividades intergeneracionales en las que compartir esquejes, en las que utilizar plantas como las de nuestras abuelas, como las cintas, para lograr objetivos que siempre se deben centrar en la persona y en definitiva en hacerlos más felices.